Me enseñaste a amar.

Me enseñaste el amor verdadero a no excusarme por nada me enseñaste a pensar bien antes de hablar aprendi a que en el amor no se debe mentir a nunca prometer nada que no puedas cumplir. Dejé de ser racional de pretender conocer el corazón para solo sentir y seguir sus latidos. Me enseñaste a sentir sin restricciones a amar sin freno sin condiciones sin prejuicios. A vivir sin pensar en el futuro, a levantarte y besar las mañanas, no planificar nada, solo esperar que cada segundo del día te sorprenda. Que la vida sea una continua sorpresa junto a ti