Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2016

Poesías recitadas

Imagen
VOZ: BEGOÑA ZAMACONA:    “ Primaveras y espacios “ Autora : Maribel Galán. Voz : Bego Zamacona    “ Un arte “ Autora : Elizabeth Bisop. Voz : Bego Zamacona    “ Sola en la ciudad “ Autor : Enrique Crusellas. Voz : Bego Zamacona    “ Inseguridades “ Autor : Enrique Crusellas. Voz : Bego Zamacona    “ Madurez “ Autor : Enrique Crusellas. Voz : Bego Zamacona    “ Travesías “ Autor : Enrique Crusellas. Voz : Bego Zamacona    “ No digas que fue un sueño “ Autor : Constantino Cavafis. Voz : Bego Zamacona    “ Ciudad sin sueño “ Autor : Federico García Lorca Voz : Bego Zamacona

Leyendas

Esperando siempre en las deshoras de las noches, mirando hacia la oscuridad impotente del mar en busca de una luz desenfocada por el vaivén del viento.  Los nervios y la ansiedad le impedían dormir en el mismo lecho, y, sin tener las suficientes fuerzas para evitarlo, pasaba las noches, siempre en diferentes brazos.  Tanto vivir, ilusionar las noches en espera, se olvido de como eran los mediodías.  Esperando siempre, sentada en el alfeizar de la ventana, hasta que una noche de tormenta resbaló, cayendo al vacío y muriéndose en el acto.  Algunos dicen que fue su marido, que no le vio entrar en la habitación. Otros, que fue su espectro, muerto en un naufragio hace años.

Juventud

Nos dejábamos ir . No buscábamos nada.  No sabíamos lo que era la felicidad ni la tristeza Solo vivíamos Nunca caminábamos por el mismo sendero, ni seguíamos ninguna norma.  Solo obedecíamos a nuestro corazón  Nos engañaron Nos abofetearon Pero no nos importaba Toda la música era nuestra  Creamos nuestro mundo El exterior no nos importaba No necesitábamos ni futuro, ni esperanzas ni ilusiones.  No necesitábamos nada No temíamos nada Solo vivíamos nuestro sueño

Miedos

Todo vuelve, pero igual nunca se fue. Solo estuviste encerrado en un paréntesis. atrapado en tus recuerdos, contando siempre las mismas batallas, como muro de defensa al ataque del inevitable paso del tiempo.  Encerrado en tu castillo de naipes. Frágil en tu aspecto de dureza. Niño en tu piel de hombre. Pero te pierdes toda la vida por no querer salir de tu burbuja.